lunes, 7 de febrero de 2011

Amada hija, el tiempo que te tuve entre mí,
los días que tú me regalaste, los años que pasamos
juntas, fui tan feliz, tan dichosa de haber compartido
todas tus sonrisas, todo el amor que tu tenias para
darme, que solo el echo de ya no estar entre nosotros,
el no compartir esas risas, tu adolescencia,
tu cambio de niña a mujer que yo ya no podre ver,
pero si imaginarme el como podía haber sido todo,
si tu no te hubieras ido, si Dios nos hubiera dado
mas tiempo para yo poder estar a tu lado, en esos
momentos de creación de niña a mujer,
y estar en esos momentos de tus dudas, tus preguntas,
de si te gusta algún chico, de tus amigas y demás preocupaciones.
Se que yo eso ya no lo podre vivir, ni compartir,
pero me quedo con tus recuerdos, tus primeras palabras,
tus primeros pasos, tus risas, tus cartas y sobretodo
tus fotos, las cuales no paro de mirar, y de soñar
de que tú no te has ido que todo esto es solo una pesadilla,
y que al despertar tu estarás a mi lado como si esto no hubiera pasado.
Pero cual es mi despertar, cuando se que tú no estas en esta vida,
que es como la lotería de que unos ganas y otros pierden,
como yo, que te perdí en carne, pero te gane
en alma y espíritu porque yo siempre te tendré amada hija.

colaboración de Reyes Galindo